La vocación vitícola de Aÿ data de la época romana, hace cerca de 1700 años. En el siglo XVI, Henri IV, « Majestad de Aÿ y del buen vino » se ocupa del renombre de los vinos claros de Aÿ, no efervescentes, desde su reino. Doscientos años después, el descubrimiento del assemblage de diferentes vinos y el control de la toma de espuma permiten la creación del Champagne, vino efervescente embotellado, tal como hoy lo conocemos.
Las primeras etiquetas firmadas como Champagne LALLIER se remontan a 1906 con la fundación de la maison por René LALLIER (1861-1938), marido de la heredera de una gran familia de Champagne. Desde ese momento, LALLIER tendrá una sólida implantación en el centro del pueblo de Aÿ. El blasón que adorna con orgullo todas sus etiquetas, simboliza las raices históricas del nombre Lallier.
En 1936, Aÿ es un de los 17 pueblos clasificados « Grand Cru » en Champagne, prueba de la innegable calidad de las uvas que se producen en su célebre ladera y de los vinos que allí son elaborados.
En 1996, René-James Lallier, nieto del fundador, dará un nuevo impulso a la marca. Emprenderá importantes trabajos de modernización de los medios de producción en la sede de Aÿ. Mejorará las bodegas donde envejecen , aún hoy, los vinos LLALLIER durante años. En busca de una excelencia cualitativa, se hará asesorar por Francis Tribaut, quien , en ese momento, comparte su actividad de asesor de grandes firmas de Champagne con la gestión , junto a su hermano , de la propiedad vitícola familiar en Romery.
En una relación de confianza y de común voluntad de continuar con los esfuerzos acometidos, René-James Lallier acuerda con Francis Tribaut la venta de su empresa, que acepta el reto, convencido ya del potencial que tiene esta emblemática marca. Los años siguientes le darán la razón y le permitirán, millésime a millésime, afianzar la reputación de excelencia de los grandes « crus de Champagne » LALLIER.